En Japón, haz lo que hacían los romanos cuando estás en la ciudad, ya sea entrando a una habitación de hotel, visitando una casa japonesa o entrando a una sala de conferencias u oficina. En definitiva, nada más entrar en casa hay que cambiarse las zapatillas, a veces dos veces. La costumbre de ponerse zapatillas es inviolable en Japón. No olvides quitarte los zapatos antes de entrar a casa.
La calidad de los pequeños electrodomésticos en las tiendas libres de impuestos japonesas es muy buena y los precios económicos.
Llévese algunos como obsequio para familiares y amigos, lo cual es a la vez generoso y asequible. No es rentable comprar juguetes, ropa y zapatos en pequeñas boutiques. La mayoría de ellos se fabrican en China y son sorprendentemente caros.
Además, las baterías de litio para películas y cámaras en Japón son más caras que en China, por lo que puedes llevar más cuando viajes al extranjero. Los grandes almacenes y tiendas en Japón cierran alrededor de las 7 p. m. (sólo unos pocos abren hasta las 9 p. m.), por lo que comprar de noche es casi imposible.