Primero, durante la Guerra del Opio, los gobiernos manchú y Qing buscaron salvaguardar la independencia nacional y resistir la agresión extranjera.
En el posterior movimiento de occidentalización, era la clase terrateniente la que quería ser rica.
El Movimiento Reformista de 1898 fue un intento de la burguesía reformista de salvar el país.
La Revolución de 1911 iba a derrocar al gobierno manchú y salvar a la nación.
Lo mismo sucederá en el futuro. No importa qué camino tomemos, el objetivo final es lograr la independencia y la prosperidad nacionales.