Se requiere escribir un ensayo de más de 600 palabras sobre el tema "acompañamiento"

Gracias por estar conmigo todo el camino.

Tú eres mi rayo de sol en la mañana, que calienta mi corazón; eres mi primer rocío tenue, que nutre mis ramas secas; eres la primera fuente de mi vida, que riega mi corazón. ..

Cuando era un bebé hambriento, fuiste tú quien me convenció para dormir con tu cálido abrazo. Sé y recuerdo que la primera persona que vi cuando abrí los ojos fuiste tú. Así que nunca olvidaré tu apariencia. Me enseñaste a hablar y caminar cuando no podía caminar. Aún recuerdo que las primeras palabras que grité cuando pude hablar fueron "mamá", y el abrazo que te tiré cuando pude caminar fue el tuyo. Cuando todavía era analfabeto, fuiste tú quien me abrazó, me enseñaste a leer con un libro de muñecas y me enseñaste de la mano a dibujar "personajes" interesantes en papel. Todavía recuerdo que la portada de ese libro tenía la palabra "Madre", y la primera palabra que pude escribir fue la palabra "Madre" en "Mi Madre". Demasiado. Tengo recuerdos maravillosos de ti a lo largo del camino.

Cuando entré al colegio, me tomaste de la mano para conocer a muchos niños. Conocí a una "tía" llamada "maestra" y a muchos niños lindos. Después supe que este edificio con muchos niños y profesores se llama "escuela". Estoy muy feliz, como un pájaro despreocupado que vuela libremente en el cielo azul. Y tú eres el vasto cielo azul...

Mientras crecía, fui travieso, tacaño y cometí muchos errores. Recuerdo claramente que fuiste tú quien me convenció y me educó. Estoy muy feliz de tener una madre tan maravillosa como tú. Conozco tus buenas intenciones. ¿No quieres tú también que yo crezca sana y feliz?

Lo que más me impresionó fue cuando cometí un error. Cuando cometo pequeños errores, tú me educas pacientemente y me dices qué está bien, qué está mal, qué debo y qué no debo hacer, y qué debo hacer en el futuro...

Recordatorio final : ¡No lo vuelvas a hacer! Cuando cometí un gran error, te llenaste de ira y me criticaste duramente. Aunque siempre pareces feroz cuando estás enojado, estoy muy agradecido por tus métodos educativos, que me indicaron la dirección correcta y evitaron que me extraviara.

¿Cómo podrían florecer mis hermosas flores sin ti? Sin ti, cómo podrían crecer y germinar mis jóvenes semillas... En definitiva, te agradezco, querida madre, por acompañarme durante todo el camino.