Pensamientos después de leer "Un buen soldado y un hombre hermoso"

La novela "Sveika" del escritor checo Hasek toma como mecha "El asesinato del archiduque Fernando en Sarajevo" y cuenta la historia de Svejk en esta guerra mundial. Me fascinó el héroe cómico y adorable, Shuike.

Sveik, un soldado checo optimista y feliz, es un optimista divertido. En aquella época la gente vivía en la pobreza, el país estaba sumido en el caos político, los chivatos eran frecuentes, la policía secreta mordía a la gente por todas partes como perros rabiosos, la gente fingía estar enferma para evitar el servicio militar y algunos incluso se hacían daño a sí mismos. Shuai Ke sufría de reumatismo y se unió activamente al ejército, pero la policía lo malinterpretó como si fingiera estar enfermo. Le lavaron el estómago dos veces al día y le aplicaron un enema... ¿Cómo será un país así en el futuro? La historia nos dice la respuesta. Después de la Primera Guerra Mundial, el Imperio Austro-Húngaro se dividió en tres partes: Checoslovaquia, Austria y Hungría.

El libro "Sveika" tiene un fuerte sentido de la ironía. Por ejemplo, el capellán del ejército que se convirtió en el ordenanza de su padre militar en "Sweetman" no era un capellán en absoluto. Él lo sabe todo. Cuando educaba a los prisioneros, usaba vino blanco como agua bendita. A veces se emborracha en el bar, a veces Shuike lo abofetea y a veces Shuike lo pellizca. Estas personas no sólo socavan la santidad de la iglesia sino también la disciplina del ejército.

Este libro expresa el deseo de paz. Sin paz en la patria no habrá felicidad para el pueblo.

Después de leer el libro "Soldados de élite y administración simple", sentí profundamente la crueldad de la guerra y estaba lleno de resentimiento hacia los gobernantes "brutales y tiránicos" del Imperio austrohúngaro en ese momento. Lanzaron la Primera Guerra Mundial por sus propios intereses, convirtiendo la hermosa Europa en un campo de batalla de espadas y espadas. El medio ambiente fue destruido por la guerra despiadada y la gente vivía en una situación desesperada.

Pienso: si la gente de todo el mundo deponga las armas en aras de la paz y la tranquilidad, dejaremos de encender las mechas de la guerra y dejaremos que cada país tenga sus propios derechos y políticas. ¡Qué maravilloso sería hacer que el mundo estuviera en paz para siempre!