Este otoño——Prosa

¡Este otoño!

El viento y la lluvia otoñales traen un fuerte ambiente otoñal.

¿Las hojas rojas del árbol de la antorcha iluminan toda la ladera, como tus cálidos labios rojos? La pequeña hija corrió felizmente, recogiendo de vez en cuando una hoja caída de varias formas. La felicidad es así de simple. Para nosotros, la sencillez puede hacernos felices y dejarse llevar puede ayudarnos a llegar más lejos.

Este minion de otoño fue tomado por sorpresa y confesó mi carácter sin ninguna redundancia ni ocultación. Ayer las cigarras seguían cantando alegremente. Después de varios días de viento, lluvia y viento otoñal, las hojas de las ramas cantan la última elegía de la estación, esperando volver al abrazo de la Madre Tierra.

Una temporada tiene prisa y toda una vida tiene prisa. ¡El mundo está en crisis y el pasado es irreversible! De repente, cuando la gente llega a la mediana edad, no se atreve a pensar ni a mirar atrás.

¡Este otoño!

¿El otoño es diferente cada año? En diferentes lugares, ante diferentes escenarios, siempre hay sentimientos diferentes. Tal vez diferentes anillos tengan diferentes sentimientos y diferentes sentimientos tengan diferentes otoños. La vida es tan ordinaria, las estaciones fluyen, las estaciones circulan y regresan una y otra vez. Incluyendo los estados de ánimo y las estaciones, las enfermedades crónicas que parecen irregulares e inevitables persisten en el corazón inestable y, a menudo, son sofocadas y atrapadas en el corazón, flotando en la vida como una calabaza flotante en el lago del corazón. ¿Es también como el agua interminable en la noche, que fluye silenciosamente día tras día, sin fin, hasta regresar al abrazo de la Madre Tierra como hojas caídas?

¡Este otoño!

Nada en la tierra puede escapar al bautismo del otoño. Lo que se supone que vendrá siempre llegará, como las canas en la vejez y los ojos preocupados.

¡Quizás nunca sepas que cuando estás solo, pareces viajar por tu cuerpo como sangre, sosteniéndome, lamiendo las heridas sangrantes una y otra vez a altas horas de la noche! Apoyándome, puedo afrontar con calma los cambios del otoño y el invierno. El tiempo vuela y los años son como el viento. Lo que pasa es el tiempo de la vida y lo que queda es la huella de la vida. ¡Estás en el largo río de mi vida, embelleciendo el camino que he recorrido, próspero toda mi vida, solo por un tiempo!

¡Este otoño!

Adivina la dirección de tu deambular.

Deja que tus pensamientos vuelen con el viento, desmembralos pieza a pieza en la última hoja amarilla de la rama alta, evaporate en recuerdos y embellece el camino que has recorrido en esta vida. Registra cómo vivimos, cómo vivimos en este mundo que nos pertenece, cómo pensamos y cómo vivimos. La vida es tan frágil y no se puede ahorrar tiempo. Por eso me gusta escribir y me gusta registrar mi propio viaje mental, los paisajes por los que he viajado, así como los diferentes sentimientos y latidos del corazón durante la escritura. Ponlo en mi diario. Unos años más tarde, limpié mi estado de ánimo y ¡se convirtió en un recuerdo que nunca envejecerá!