Establecer un sistema de recompensa positivo
Establecer un sistema de recompensa claro, que incluya certificados, recompensas materiales, elogios y privilegios. Las recompensas deben ser oportunas, específicas y personalizadas para que los estudiantes sepan claramente qué tipo de comportamiento serán apreciados.
Utilice críticas y castigos constructivos
Para garantizar la imparcialidad y adecuación de la educación sobre castigos, los profesores deben seguir normas disciplinarias claras y mantener la coherencia. Cualquier tipo de castigo debe tener fines educativos, incitando a los estudiantes a reconocer sus errores y crecer corrigiendo su comportamiento.
Establecer buenas relaciones de comunicación y confianza
Los profesores deben respetar y comprender a los estudiantes, escuchar sus opiniones y comentarios, y establecer interacciones positivas con ellos. Es importante que los estudiantes se sientan comprendidos y apoyados, que acepten el reconocimiento y el castigo de los maestros y que cambien activamente su comportamiento.
Fomentar la autorreflexión y la autogestión.
Los profesores deben inspirar a los estudiantes a reflexionar sobre su propio comportamiento y ayudarlos a reconocer sus errores y las direcciones de mejora. Al brindar orientación, desarrollamos las habilidades de autogestión de los estudiantes y los alentamos a corregir errores activamente, ajustar su comportamiento y evitar volver a cometer los mismos errores.