La comunicación genera confianza.
Cuando encuentres un problema, no te limites a maldecir o exagerar. Intenta escuchar a tus hijos de una manera que puedan aceptar, para que se sientan respetados y comprendidos. De esta manera estarán más dispuestos a escuchar consejos que conflictos.
Analizar soluciones a problemas
Analizar las causas de los problemas, explorar posibles consecuencias y dejar que los niños piensen en las soluciones por sí solos. Cuando se les ocurren soluciones, como padres, debemos brindarles apoyo y aliento y ayudarlos a implementarlas con firmeza. De esta forma, los niños no sólo aprenden a resolver problemas, sino que también desarrollan el hábito de la autodisciplina.
Educación de los padres
La educación de las escuelas y de los padres es sólo una ayuda. El verdadero poder proviene de la autodisciplina interior del niño. Sólo así podrán regularse en todo momento y convertirse en unos envidiables "hijos ajenos".
Autodisciplina infantil
La verdadera autodisciplina proviene del amor de los niños por la vida, la identidad propia y el saber manejar todo correctamente. ¡Guía a los niños a identificarse con las cosas desde el fondo de su corazón! Deja de usar la represión y la persuasión; en lugar de eso, siente y comprende con el corazón. Cuando los niños estén de acuerdo con algunas verdades desde el fondo de su corazón, muchos problemas se resolverán.