Para llevar a cabo la educación sexual, asumimos cuatro misiones principales.

La educación sexual no se trata sólo de impartir conocimientos, sino también de guiar a los niños para que se comprendan a sí mismos y establezcan relaciones interpersonales saludables. ¡Trabajemos juntos para proteger el futuro de nuestros hijos y hacer de la educación sexual algo interesante y significativo!

Enseñar conocimientos científicos

La curiosidad de los niños puede extenderse desde el simple conocimiento sexual hasta el comportamiento sexual. Si no se guía adecuadamente, puede tener consecuencias adversas. Trabajemos juntos para desvelar el misterio del sexo para los niños, desde los órganos sexuales humanos y los sistemas reproductivos, el desarrollo sexual, la orientación sexual y el género, hasta la prevención de las enfermedades de transmisión sexual, para sentar una base sólida de conocimiento para los niños.

Guía de autoprotección

Muchos niños caen en "malentendidos sexuales" por falta de conciencia de autoprotección, lo que deriva en la frecuente ocurrencia de madres solteras. Los padres deben enseñar a sus hijos cómo protegerse y cómo buscar ayuda a tiempo cuando tienen problemas.

Forjar valores y actitudes sexuales

Debemos enseñar a los niños a tomar decisiones responsables para ellos y para los demás, como vivir una vida honesta y limpia y rechazar las relaciones sexuales inmaduras, cultivando al mismo tiempo Un sentido de respeto e igualdad entre los sexos.

Desarrolla buenos hábitos de vida

Muchos malos hábitos en la vida pueden afectar la salud reproductiva, como usar jeans ajustados, fumar y beber en exceso. Guiemos a nuestros hijos para que desarrollen hábitos de vida saludables y establezcamos una base sólida para su futuro.