Erkui le rompió la pierna a Yilong, y Erkui fue envenenado y mudo. Mulan le dejó una carta a Erkui diciéndole que Yilong no era un príncipe, sino una trampa tendida por ella, y luego se sentó con la placa. El barco partió, Yilong fue al hospital a buscar a Erkui, los dos se abrazaron, y luego Yilong y Erkui se sentaron en el tranvía, mientras Erkui miraba por la ventana, todo había terminado.