En primer lugar, la sincronización y exclusión mutua de procesos concurrentes. Cuando procesos concurrentes comparten recursos, pueden ocurrir errores relacionados con el tiempo. Para garantizar la seguridad del sistema, se debe implementar una correcta sincronización y exclusión mutua.
En segundo lugar, la comunicación del proceso. Los procesos concurrentes que necesitan cooperar entre sí a menudo intercambian información para poder completar tareas de manera coordinada. Cuando es necesario intercambiar una gran cantidad de información, debe existir un mecanismo de comunicación especializado para lograr la transferencia de información.
En tercer lugar, el problema del punto muerto. Debido a la velocidad de ejecución de los procesos concurrentes y la estrategia de asignación de recursos adoptada, los procesos pueden provocar bloqueos en el sistema al competir por los recursos. Por tanto, debemos considerar cómo prevenir, evitar y detectar puntos muertos. lt/FONT gt;