Segundo: No te vi cuando cayeron las flores de durazno. Retorcí en vano las ramas de durazno sin flores y en vano me apoyé contra la puerta. Sólo hay un leve rastro de melancolía entre mis cejas. Todavía recuerdo la escena en la que nos conocimos aquella primavera, pero ¿todavía recuerdas mi apodo, Achun?
Tercero: El viento y la lluvia no provocados despidieron el anochecer. ¿Quién debería ser tu antiguo amor? Ahora vamos a la deriva como polvo llevado por el viento. Es una pena que perdí la oportunidad de casarme contigo esa primavera.