Ve, ve, estaba tanteando el camino negro, y lentamente me detuve, no porque estuviera cansado, no porque me di por vencido, sino porque caminé un largo camino, pero nunca vi tu figura. Hice lo mejor que pude para perseguirte, pero descubrí que te estabas alejando cada vez más de mí. Las promesas que una vez hice desaparecieron lentamente en el largo río del tiempo, tal vez fueron solo mis ilusiones. Hablaste de eso casualmente, pero lo tomé como mi motivación durante tres años, pensando que ahora podría ser digno de estar a tu lado, pero descubrí que tú y yo no somos yo mismo. Quizás, sólo podemos extrañarlo, pero no podemos acompañarlo. Sólo podemos dejar que ese tiempo permanezca en su memoria, así para siempre, nunca cambie.
Tal vez, sólo podamos ser amigos. Aunque no puedo acompañarte hasta la vejez, conocerte en el mejor momento es también la mayor felicidad de mi vida. Me detuve y miré a lo lejos, tu figura se hacía cada vez más larga. No sé cuánto tiempo tomó, pero había otra figura junto a tu sombra. Lentamente se detuvieron juntos y caminaron hacia adelante lentamente. Yo también lo entiendo. No quiero decir demasiado. Sólo quiero decirte que llego tarde. Te deseo felicidad. Gracias por darme tres años de coraje para enfrentar la oscuridad. Gracias a ti tengo el coraje de afrontar las vicisitudes de la vida y las dificultades.
Date la vuelta y vete, ¿por qué molestarte? Algunas personas tenemos que extrañarlas, otras no pueden alcanzarlas incluso si hacemos nuestro mejor esfuerzo. ¿Por qué seguir luchando, rendirnos, darnos la vuelta y decir? una bendición en silencio, que también es el mayor éxito. Cargué mi equipaje y caminé hacia otro camino, la misma oscuridad, la misma confusión, pero ahora ya no tenía preocupaciones en mi corazón y solo podía afrontarlo solo. No importa lo que enfrente, solo puedo confiar en mí mismo para luchar duro. No importa qué tan lejos llegue, solo puedo seguir superándome porque ahora no tengo preocupaciones ni ataduras, puedo tener el coraje de ser un nuevo. mí mismo. Gracias por su compañía durante los últimos tres años y diga adiós. Adiós años, adiós juventud, emprendo un nuevo viaje con recuerdos y confusión. Quizás no muy lejos pueda encontrar a alguien que me acompañe en el camino y me dé el valor para afrontar la larga noche. Haz las maletas, ponte las maletas a la espalda y sigue adelante sin miedo.