Un ensayo argumentativo autónomo.

Sigue tu propio camino y deja que los demás te lo cuenten.

Mi frase favorita es: ¡Sigue tu propio camino y deja que otros te lo cuenten! Esto me ayuda mucho.

Una vez, cuando iba a la escuela, mi madre tomó mi mochila para repararla. Como la mochila estaba rota, traje un maletín a la escuela. Se sentía raro caminar por la calle porque mis compañeros me miraban raro, ¡y algunos incluso hablaban de mí a mis espaldas! Me sentí muy avergonzado. No podía soportar la actitud de mis compañeros hacia mí, así que siempre quise ir a casa y ponerme una mochila rota. Pensé: Prefiero cargar con mi vieja mochila que con este nuevo maletín. De repente me vino a la mente una frase: ¡Sigue tu propio camino y deja que otros lo digan! ¡Sí! ¡Sigue tu propio camino! ¡Que lo digan otros! ¡Así que caminé con dignidad, a pesar de sus miradas extrañas! ¡De esta manera me siento mucho mejor!

En otra ocasión, recogí a mi hermana y la llevé a mi casa a cenar. Mi madre insistió en que usara ropa coreana. Yo era muy reacio, pero mi madre me obligó a usarlo. Siento que los transeúntes se ríen de mi ropa en el camino, ¡sí! Tiene un gran cuello dorado y dos puños de color verde claro. ¡Más diversión a continuación! ¡Todos arrastrados al suelo! ¡Tengo muchas ganas de ir a casa y cambiarlo! Las miradas de los transeúntes me hicieron sentir incómodo. En ese momento me vino a la mente una frase: ¡Sigue tu propio camino y deja que otros lo digan! Pensando en esto, ¡realmente me siento mejor! Cuando mi hermana me vio, me preguntó si no tenía miedo de que se rieran de mí si me vestía así. Sonreí y respondí: "¡No! ¡Sigue tu propio camino y deja que otros te lo cuenten!"

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