1. Siéntate de cara a la pared
2. Separa las piernas y apóyate lo más posible contra la pared (recuerda que tus pies deben estar rectos).
3. Apoya tu espalda con las manos. (Para estabilizar el cuerpo, retroceda. Si lo mueve, no tendrá ningún efecto).
4. Separe lentamente las piernas según su ritmo personal.
¡He visto gente así en centros de formación de danza!