Hay muchas razones. En primer lugar, para las grandes empresas, ampliar la escala de contratación escolar es uno de los medios eficaces para reducir costos, pero para quienes buscan empleo, la competencia es más intensa, por lo que los requisitos para talentos de alta calidad son más estrictos. Además, los principales fabricantes siguen despidiendo empleados y hay menos puestos de contratación que antes.
Además, según las estadísticas de la plataforma de contratación en 2022, el número de empleados con títulos de maestría es mucho mayor que el de estudiantes universitarios. En términos de relación empleo-población, la proporción de maestros empleados también es mayor que la de estudiantes universitarios. Con el tiempo, estos niños alguna vez favorecidos se vieron envueltos en la degradación. Cuando llegue la ola de despidos durante el Período Oro y Plata, la contratación de primavera de este año será sin duda una doble presión para los solicitantes de empleo que quieran ingresar a las grandes fábricas. Es vergonzoso que haya demasiados monjes y muy poca gente, y que las calificaciones académicas se hayan convertido en una importante tendencia de contratación en las grandes fábricas.