La velocidad de los barcos ordinarios es de 22 a 27 kilómetros/hora, y la velocidad de los barcos grandes es de 36 a 52 kilómetros/hora.
Las velocidades de los buques de guerra, los grandes cruceros y los grandes portaaviones de propulsión nuclear también son diferentes, y sus funciones y usos son diferentes, por lo que la diferencia en la velocidad es grande.
La primera etapa fue la forma primitiva de avanzar mediante el pedaleo o el movimiento de remos. En esta época, los barcos eran generalmente pequeños, con un método único y una velocidad relativamente lenta. La segunda etapa fue impulsada por modernas hélices mecánicas. En esta época, el desarrollo de los barcos marcó el comienzo de un centenar de flores, sus usos comenzaron a generalizarse y sus velocidades aumentaron significativamente.