Según los registros históricos, las carreras de vallas se originaron en Gran Bretaña. En los siglos XVII y XVIII, la cría de animales estaba bastante desarrollada en algunas zonas de Gran Bretaña, y los pastores a menudo cruzaban los corrales para perseguir al ganado. Durante la fiesta, algunos jóvenes pastores suelen jugar a saltar el redil. Más tarde, los pastores trasladaron la valla al terreno llano y colocaron una serie de obstáculos de altura similar a la del redil para ver quién podía saltar la valla y correr adelante. Esto gradualmente formó la carrera de obstáculos de hoy. Pero en aquella época no existían normas sobre la altura de la valla, la distancia entre vallas, el estilo y la distancia de recorrido de las vallas.
No fue hasta finales del siglo XVIII que las carreras de vallas se convirtieron oficialmente en deporte. En aquella época, la gente lo llamaba carrera de obstáculos. Era un deporte de hombres y los obstáculos utilizados eran vallas comunes. Posteriormente aparecieron barandillas de madera enterradas en el suelo, que posteriormente se cambiaron por barandillas estilo ménsula. Sin embargo, este tipo de obstáculo no sólo es propenso a provocar accidentes con lesiones, sino que también dificulta la mejora de las habilidades para correr vallas.
A principios del siglo XIX apareció la valla móvil en forma de "⊥", que impulsó el desarrollo de la tecnología de vallas.
La valla perfilada volvió a aparecer en la competición de 1935. La parte inferior de este tipo de valla está pesada y la valla caerá hacia adelante siempre que esté sujeta a una fuerza de impacto de 36 a 4 kilogramos. La estructura de este tipo de vallas es más razonable y no causa lesiones a los atletas, por lo que todavía se usa hoy en día.