La clave es corregir las actitudes de aprendizaje de los niños y cultivar sus hábitos de estudio.
Si los padres hacen un buen trabajo en estos aspectos, las escuelas ordinarias funcionarán perfectamente.
De lo contrario, incluso si no encuentras una buena escuela, igualmente necesitas encontrar un buen maestro.
Las buenas escuelas también tienen profesores irresponsables, y las escuelas ordinarias también tienen profesores muy responsables.