La educación prenatal lingüística es el método más importante de educación prenatal en el tercer trimestre del embarazo.

En el tercer trimestre del embarazo, las capacidades del bebé son cercanas a las de un recién nacido.

Especialmente las capacidades de oír y sentir no son más débiles que las de los recién nacidos.

Hable con el bebé en este momento y realice educación prenatal lingüística.

Más que cualquier educación prenatal, puede hacer que el bebé se sienta seguro y favorecer el desarrollo de su cerebro.

Y puede sentar las bases para las futuras capacidades de comprensión y expresión del lenguaje del bebé.

Lo más importante de la educación prenatal del lenguaje en la última etapa del embarazo es tratar al bebé como un miembro más de la familia, dejarle participar en la vida diaria, saludarlo, decirle cualquier cosa, por ejemplo, decirle al bebé cuando te levantas por la mañana:

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"Son las 7 en punto, levantémonos."

"Ahora tenemos que lavarnos la cara. El agua está tibia ."

"Ahora comemos. Tenemos ensalada fría de pepino, gachas de mijo y bollos de carne, ¿no eres rico?"

"Mamá tiene que ir a trabajar y el. El bebé tiene que quedarse quieto."

Piense en ello como si fuera un bebé. Hable con su bebé que tiene entre 1 y 2 años.

Puede desempeñar un muy buen papel en la educación prenatal del lenguaje.

Además de conversaciones diarias, cuentos de hadas, cuentos, poemas, ensayos, chistes, etc. Lo que usted ha leído antes debe leérselo a su bebé una y otra vez.

El mismo contenido, pero con un tono, entonación y velocidad de habla diferente cada vez.

También puedes dividir los roles o que la futura madre y el futuro padre se turnen para leer y ver qué reacciones diferentes tiene el bebé.

Por supuesto, en ocasiones el bebé puede no tener ninguna reacción evidente.

No te desanimes, no te rindas, aunque tu bebé no aprenda nada de ello, no aprende nada de ello.

El ambiente de este idioma también puede beneficiarle.

En el tercer trimestre del embarazo, la conversación entre el futuro padre y la futura madre debe ser más suave, tranquila y agradable, y no debe ser grosera, para no provocar estimulación adversa al bebé. y afectar su comportamiento futuro y sus patrones de habla.