¿El origen de las malas palabras?

Probablemente en una época en la que los humanos no podían hablar, gritaban para expresar su desprecio o maldición.

Maldecir es utilizar palabras insultantes para herir directamente a otros y desahogar emociones negativas. Esto es diferente de decir malas palabras, que es principalmente un hábito y se ve afectado por el entorno de vida.

Hacer daño a los demás significa faltarle el respeto a la personalidad de los demás y también demuestra que la propia calidad es insuficiente. Sin embargo, generalmente no es ilegal, por lo que es simplemente un comportamiento descortés.