Abrazos cálidos
Cuando los niños son rebeldes, los padres deben darles abrazos cálidos en lugar de presionarlos. En un ambiente relajado, deje que los niños tengan salida para sus pequeñas emociones. Escuchar es la mejor terapia. Cuando los niños se sienten respetados, están más dispuestos a abrirse y contar sus verdaderos sentimientos.
El arcoíris después de la lluvia ligera
Cuando el estado de ánimo del niño se vuelve tan brillante como el arcoíris después de la lluvia ligera, nos sentaremos con ellos y discutiremos las cosas de forma racional. Si los niños cometen pequeños errores, podemos utilizar un pequeño truco para estimular su competitividad, permitirles que se den cuenta de sus errores y se vuelvan más maduros y fuertes.