Mi hijo es travieso por naturaleza y le encanta jugar. ¿Cómo debo educarlo?

Uno, déjalo en paz y déjalo a un lado. Al ver que no hay gente Bai que lo convenza, naturalmente hará lo que quiera. En este caso, el niño suele ser malcriado y se le entrega todo, provocando que haga lo que quiera. Si lo ignoras, naturalmente obedecerá. Por ejemplo, un niño que es perturbador y desobediente al mediodía puede ser disciplinado de esta manera.

En segundo lugar, disciplínelo estrictamente y corrija persistentemente el mal comportamiento. Naturalmente, vendrá con el paso del tiempo.

En tercer lugar, felicítalo, anímalo, guíalo para que forme buenos hábitos y dale las recompensas necesarias. Por ejemplo, déjele desarrollar buenos hábitos de vida. Cuando es travieso y desobediente se puede decir que nuestro bebé está genial y hay que cuidarlo. Luego haga un buen trabajo, elógielo y anímelo regularmente. Con el tiempo, desarrollarás buenos hábitos.

En cuarto lugar, entra en el mundo del niño y hazte amigo de él. No te limites a culparlo y regañarlo. Cuando sabes lo que realmente piensa tu hijo, sabes cómo educarlo. Convierta el comportamiento travieso en motivación para desarrollar la inteligencia. Los niños con comportamiento travieso suelen estar acostumbrados a muchos problemas. Debemos prestar atención y preocuparnos por su curiosidad y sed de conocimiento, responder pacientemente a sus preguntas y satisfacer su sed de conocimiento. Al responder preguntas, es mejor no responder directamente, sino inspirar a los niños a usar su cerebro, pensar más, comparar más y guiarlos a analizar el problema paso a paso.

En quinto lugar, deja que tus hijos jueguen más. Cuando haga suficiente actividad todos los días, su personalidad naturalmente traviesa disminuirá. Debido a que jugar es la naturaleza de los niños, para algunos niños naturalmente activos, si se les permite jugar más, sus problemas traviesos naturalmente se reducirán.

En sexto lugar, razonar con el niño y hacerle entender que las consecuencias de hacerlo son malas. Si entiende, naturalmente dejará de hacer tonterías. Eso sí, hay que tener paciencia y utilizar lo que sabe para razonar con los demás y hacerle entender. Se puede persuadir a través de cómics o cosas reales de la vida.

En séptimo lugar, establecer la autoridad de los padres. Al mismo tiempo, los padres no deben pelear delante de sus hijos y crear un ambiente amoroso y democrático para ellos. Sólo así los niños podrán cuidar y amar a los demás, y los padres deberían pasar más tiempo con sus hijos, lo que puede aliviar la picardía y la ansiedad de sus hijos.