Esta frase significa que la vida está llena de cambios e incertidumbres.
El viento, la lluvia y las flores son cosas de la naturaleza que cambian en cualquier momento. Al observar el soplo del viento, la caída de la lluvia y el florecer y marchitarse de las flores, uno puede sentir el paso del tiempo y la impermanencia de todas las cosas. La vida, como la naturaleza, está llena de altibajos y cambios. En lugar de aferrarse obstinadamente a ciertas creencias o esperar que las cosas sigan igual para siempre, debes aceptar el cambio y adaptarte a él.