La Unión Soviética colapsó el 26 de diciembre de 1991.
La desintegración de la Unión Soviética estuvo marcada por la dimisión del presidente soviético Gorbachov el 25 de diciembre de 1991. El Sóviet Supremo de la Unión Soviética aprobó una resolución al día siguiente (26 de diciembre de 1991) declarando a la Unión Soviética La Unión Soviética dejó de existir, la Unión Soviética, que había sido fundada durante 69 años, se desintegró oficialmente y los 15 países constituyentes originales también restauraron su estatus soberano.
El impacto de la desintegración de la Unión Soviética:
Para Rusia (incluidos otros países de la antigua Unión Soviética excepto los bálticos). El colapso de la Unión Soviética fue un desastre nacional. Muchas áreas se vieron arrojadas a condiciones económicas naturales. La intensificación de la diferenciación social socava la integridad de la sociedad.
El Estado, sus estructuras e instituciones son extremadamente débiles. La corrupción está muy extendida. La pérdida de la artesanía, de la producción sofisticada y de escuelas científicas enteras privó a Rusia de la posibilidad de participar en competiciones internacionales, y Rusia fue arrojada a las filas de los "países del Tercer Mundo". Los niveles de alfabetización se vieron afectados y los sistemas de educación y salud resultaron dañados.
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