Para las personas en la vida real, sólo si son fuertes, inflexibles, valientes ante el sufrimiento y finalmente lo superan, pueden convertirse en los verdaderos tesoros de la vida.
Había una niña que soñaba desde muy pequeña con convertirse en una excelente esquiadora. Desafortunadamente, desarrolló cáncer de huesos. Para salvar su vida, la obligaron a cortarle el pie derecho. Posteriormente, el cáncer se extendió y perdió el útero.
Una mala suerte tras otra siguió sucediéndole, pero nunca abandonó su sueño. Se decía a sí misma: "¡Tengo que ser responsable de mi vida! ¡Nunca me rendiré fácilmente, desafiaré la adversidad!"
La enfermedad no la derribó. Por el contrario, superó todas las dificultades con su tenaz espíritu de lucha y su incomparable coraje, y finalmente estableció muchos récords mundiales, incluido el campeonato de los Juegos Olímpicos de Invierno de 1988 y la medalla de oro en el Campeonato de Esquí de Estados Unidos. Incluso más tarde, se convirtió en una experta en escalar picos peligrosos. Ella es Diana Gordon, una esquiadora legendaria del deporte estadounidense.
La vida es amarga, picante, ácida y dulce. La vida es colorida, no sólo por el brillo del sol, sino también por la ferocidad del relámpago, no sólo por la dulzura del amor, sino también por el dolor del mal de amores; La vida sin sol es sombría, la vida sin sufrimiento es pálida. Donde hay sol hay luz agradable, pero antes del amanecer hay oscuridad. Es cierto que la gente no nace en este mundo para sufrir. Buscar la alegría en la vida y la búsqueda de la felicidad en la vida son los temas eternos de la humanidad. Sí, la alegría de vivir es difícil de encontrar, por eso debemos buscarla. Las cosas que son fáciles de conseguir no son preciosas; sólo buscándolas, junto con el doloroso proceso, se pueden conseguir estímulos extraordinarios y sorpresas inesperadas.
No se trata de cuánto sufre una persona. Lo que conmueve a la gente es cómo afrontar el sufrimiento: si uno puede superarse constantemente y trabajar duro. Un escritor dijo una vez: El sufrimiento es una escalera, para los fuertes conduce al palacio del éxito, para los débiles conduce al oscuro infierno;
Es cierto que a veces no podemos cambiar la trayectoria de nuestra vida. Sin embargo, podemos elegir nuestra actitud ante la vida en cualquier momento. Qué tipo de actitud ante la vida determina qué tipo de trayectoria vital.