Después de que se anunciaron los resultados del examen de ingreso de posgrado, muchas personas sintieron que sus puntajes eran más bajos que los puntajes previstos y sospecharon que habían sido aplastados, por lo que solicitaron un nuevo examen, pero les preocupaba que el Los puntajes de reexamen que solicitaron eran cada vez más bajos y no sabían qué hacer. No debería haber una nueva prueba.
En respuesta a esta situación, la sugerencia es que si sientes que tu puntuación es mucho menor que la puntuación estimada, puedes intentarlo, pero no tengas demasiadas esperanzas, porque puedes encontrar que hay un problema con su puntuación en el proceso real. La probabilidad es muy, muy pequeña, tan pequeña que solo he oído hablar de ello en Internet, pero en realidad nunca he visto a nadie tener éxito.
Lo primero que hay que dejar claro es que los resultados de la revisión no serán repuntuados. Crees que tu respuesta es buena, pero la puntuación dada por el profesor no es alta. ¡No hay reseña en este caso! La revisión de las puntuaciones sólo analiza si hay errores u omisiones en las puntuaciones. Por ejemplo, por una pregunta sobre diez, crees que deberías sacar ocho puntos, pero al final el profesor sólo te dio dos puntos. Esta situación queda fuera del alcance de los hallazgos de la revisión. Durante el proceso de revisión de calificaciones, es imposible que los estudiantes vean sus propios trabajos. ¿Qué puntuación obtuviste? ¿Cuál es la puntuación de la revisión? ¡La profesora te lo contó todo!
A algunas personas les preocupa que los puntajes de las nuevas pruebas sean cada vez más bajos. Esta situación es posible porque el resultado de la revisión es sumar todas sus puntuaciones nuevamente. Como hay omisiones, debe haber adiciones. Lo que falta os será suplido, y lo que sobra os será restado.