El examen de ingreso de posgrado aprueba el examen preliminar, pero la mayoría de los candidatos morirán en el reexamen. ¿Cómo solucionar el problema del "casi"?

Hay un dicho que ha estado circulando durante el proceso de examen de ingreso al posgrado, el reexamen solo elimina a los que salieron por suerte en el primer examen.

Así que parece que el problema siguen siendo los propios candidatos, principalmente por una preparación insuficiente. Donde hay voluntad, hay un camino, y tus esfuerzos no serán en vano. Si no tienes éxito, no trabajas lo suficiente. Además, la relación de diferencia para el examen de ingreso de posgrado y el reexamen es de 1:1,2. Según esta proporción, por ejemplo, si la escuela quiere reclutar a 100 personas, entonces 120 personas ingresarán al reexamen. 20 personas están destinadas a ser eliminadas. Puedo decirles responsablemente que la mayoría de las personas que fueron despedidas fueron aquellas que habían pasado por primera vez la prueba de nivel 100. Por lo tanto, la forma más segura de evitar ser ignorado en la segunda prueba es trabajar duro en la prueba inicial. Mientras estés entre los siete u ochenta primeros, serás más estable.

Por supuesto que hay excepciones, es decir, te desempeñaste muy bien en la nueva prueba. Para ello, lo más importante es la confianza. La confianza es contagiosa para los demás. Si eres tímido al hablar en el escenario, ningún instructor quiere tener un estudiante así. En segundo lugar, debemos enriquecer nuestro cerebro, porque éste sustenta las palabras y los hechos de las personas.