La traducción es una herramienta de comunicación para sociedades con diferentes idiomas. Al transmitir información lingüística y cultural, promueve los intercambios y el progreso políticos, económicos y culturales entre las dos partes. Como actividad de comunicación intercultural, la traducción debe prestar total atención a los factores culturales del idioma y a las similitudes y diferencias entre diferentes culturas. Si las vidas, pensamientos y expresiones de las personas en sociedades de dos lenguas son más o menos iguales, entonces las connotaciones culturales de las dos sociedades también serán más o menos similares. En este caso, la traducción puede lograr una traducción mutua y conservar el color cultural del texto original.
Si existen diferencias importantes entre las dos sociedades lingüísticas en términos de entorno regional, costumbres culturales, historia humanística, creencias religiosas, valores, etc., se debe prestar atención, porque esta diferencia cultural afecta la alcance de las actividades y métodos de traducción, que restringen la presentación del contenido traducido y la elección de estrategias de traducción.
El proceso de traducción incluye principalmente traducción, revisión y corrección. Inicialmente, el proceso de revisión de la traducción contaba con siete pasos, a saber: traducción, revisión preliminar, segunda revisión, tercera revisión, aportes, revisión y revisión final. Después de varios años de práctica, la sala de examen de traducción simplificó el proceso de trabajo y lo cambió a cinco procedimientos: traducción, revisión de traducción, revisión, revisión final y verificaciones aleatorias.