La cigarra sin piel sabe por qué la piel es tan dura que ni siquiera se puede morder cuando se fríe.

1. Las cigarras peladas han perdido la protección de su corteza. La exposición prolongada al medio ambiente hará que la piel se endurezca y sea difícil de morder después de freírlas.

2. La corteza de la cigarra proporciona protección y apoyo. Una vez eliminada la capa de piel, los tejidos del cuerpo de la cigarra quedarán expuestos, perdiendo su dureza y elasticidad originales, y el cuerpo se volverá quebradizo y duro.