1. El desayuno debe ser temprano: Después de una noche de sueño, el estómago y los intestinos del cuerpo humano están vacíos. Sólo comiendo algo temprano en la mañana se puede refrescar el espíritu, por lo que el desayuno debe ser temprano.
2. Come despacio: Masticar lenta y cuidadosamente es beneficioso para la digestión, mientras que devorar los alimentos con voracidad aumentará la carga sobre el estómago.
3. Comer menos: Aunque los nutrientes que el cuerpo humano necesita provienen de la dieta, comer en exceso también puede dañar el tubo gastrointestinal y otros órganos digestivos.
4. Debe ser ligero: los cinco sabores de la dieta no deben ser demasiado fuertes. Comer más sabores ligeros será de gran beneficio para tu salud.
5. Calor adecuado: Al estómago le gusta el calor pero odia el frío. La dieta debe ser cálida con menos alimentos crudos y fríos, lo que favorece la digestión y absorción de los alimentos por el estómago.
6. Se prefiere la comida blanda: la comida dura es la más difícil de digerir, mientras que la carne medio cocida tiene más probabilidades de dañar el estómago, especialmente en personas mayores con estómagos débiles, que son propensos a enfermarse. Por lo tanto, al cocinar alimentos, se deben cocinar hasta que estén bien cocidos.