Las creencias religiosas también son una razón importante. En aquella época, los judíos tenían diferentes interpretaciones de las creencias religiosas. Pensaron que las enseñanzas de Jesús destruirían sus creencias religiosas, por lo que crucificaron a Jesús para suprimir sus enseñanzas. La crucifixión de Jesús fue un triste acontecimiento histórico que representó el dolor y el sacrificio de Jesús.
Desde una perspectiva religiosa, política e histórica, la crucifixión de Jesús fue la voluntad y el arreglo de Dios. También fue porque los judíos de esa época consideraban las enseñanzas de Jesús como una amenaza. Creían que las enseñanzas de Jesús cambiarían su orden social; el trasfondo histórico y las creencias religiosas de esa época también eran razones importantes. En resumen, la crucifixión de Jesús fue un triste acontecimiento histórico y fue la voluntad de Dios de salvar a la humanidad y darle vida eterna.
Una breve introducción a la vida de Jesús:
Jesús nació en el año 4 a.C. o 3 a.C. en lo que hoy es Belén, Israel. Según la Biblia, su madre María era virgen y concebida por revelación divina. El padre biológico de Jesús era Dios y, bajo la protección de la Virgen María, ella creció hasta convertirse en una salvadora y profeta universalmente aceptada. Como adulto, Jesús comenzó su servicio público, pronunciando discursos y sermones por toda Judea, enseñando a la gente las doctrinas de Dios y cómo obtener la aprobación de su Padre Celestial y la vida eterna.
Las enseñanzas de Jesús enfatizaban el amor y la bondad y pedían compasión y perdón. Reunieron a muchos seguidores y desafiaron la autoridad de la iglesia judía y de los gobernantes romanos en ese momento. Realizó muchos milagros, como curar a enfermos, ciegos y sordos. Los milagros no sólo sirven como estructura de autoridad sino que también prueban su autenticidad.