Programa de formación en rehabilitación para niños autistas Cada niño es un ángel. Algunos niños son ángeles con las alas rotas, es decir, niños autistas. Nacen diferentes. Son únicos y solitarios. Aquí hay un programa de capacitación en rehabilitación para niños autistas. vamos a ver.
Plan de formación en rehabilitación de niños autistas 1 1. Realizar una prueba preliminar de entrenamiento de integración sensorial.
El entrenamiento de integración sensorial de los niños es una serie de actividades que incluyen pruebas, entrenamiento, evaluación y retroalimentación, que es altamente científica y operativa. Hacer pruebas a cada niño antes de la capacitación ayuda al maestro de capacitación a diseñar planes y pasos de capacitación específicos, haciendo así que la capacitación sea más efectiva.
El contenido, la severidad, los métodos y el ritmo del entrenamiento deben ser adecuados para el desarrollo físico y mental de los niños autistas, permitiéndoles aceptar sus propias capacidades, pero también deben tener una dificultad y unos requisitos razonables, que les permitan que entrenen de acuerdo con sus propias habilidades y debe hacerse paso a paso. De esta manera, los niños tienen más posibilidades de éxito y están más dispuestos a cooperar activamente. Si un niño no está dispuesto a realizar un proyecto difícil, el maestro o los padres deben ajustar rápidamente la dificultad o el método de entrenamiento en lugar de obligarlo a hacerlo, porque obligarlo creará disgusto o rebeldía, e incluso provocará tensión y contracción muscular, lo que hace que el niño no pueda lograr el efecto de entrenamiento objetivo. En este momento, puede ajustar el tiempo de entrenamiento, la dirección del entrenamiento, mejorar los métodos de entrenamiento y utilizar el equipo desde diferentes ángulos para tratar de satisfacer las necesidades de entrenamiento de todos los niños.
2. Ajustar la formación o actividades según la situación integral de los niños con autismo.
①El entrenamiento de integración sensorial consiste en entrenar los sentidos de los niños y la coordinación entre ellos a través de una serie de actividades. La precisión, frecuencia e intensidad de los movimientos afectarán directamente al efecto del entrenamiento. Durante el proceso de formación, los profesores siempre deben prestar atención a las reacciones de los niños, comprender la estandarización y eficacia de las acciones de los niños y dar comentarios positivos. Las respuestas correctas deben valorarse y alentarse rápidamente, mientras que los errores deben corregirse. El reconocimiento dado a los niños debe ser directo y claro, y debe tratarse de manera diferente según la forma de estímulo preferida de cada niño, que puede ser espiritual o material. El propósito es brindar a los niños un estímulo positivo e internalizar gradualmente algunos factores de estímulo externos para lograr el propósito de la formación.
② Debido a la falta de cambio e imaginación, los niños con autismo a menudo persisten en repetir patrones de actividad estereotipados y algunas actividades o comportamientos físicos. Podemos aprovechar al máximo esta característica de los niños autistas en formación. Deje que el niño realice cualquier proyecto o actividad repetidamente, siempre que esté interesado y la intensidad del entrenamiento sea adecuada. El propósito del entrenamiento sensorial es mejorar la capacidad de los niños para sentir diferentes estímulos mediante la práctica repetida. El entrenamiento o las actividades repetidas pueden brindarles a los niños la oportunidad de adquirir una experiencia completa y permitirles captar mejor las sensaciones de diferentes estímulos.
3. Múltiples proyectos del equipo de diseño y enlaces de juegos
Al comienzo de la capacitación, el profesor debe guiar a los estudiantes para que realicen algunos ejercicios de calentamiento. Por un lado, puede activar el ambiente del aula; por otro, les permite ejercitar sus músculos y huesos antes de realizar un entrenamiento sensorial para prevenir molestias físicas. La integración sensorial no es un entrenamiento independiente, sino un entrenamiento en grupo que mejora las capacidades de todos.
Durante el entrenamiento se deben tener en cuenta los intereses de los niños autistas, para que los niños puedan sentirse felices y participar poco a poco en las actividades. A través de diferentes estilos de proyectos colectivos, como carreras de relevos y juegos competitivos, podemos diseñar algunas actividades de juego con historias que combinen las características de la edad de los niños y las características únicas de los niños autistas, para movilizar mejor el entusiasmo de los niños y hacer que se dediquen a capacitación. La relajación completa del cuerpo y la mente también puede promover la inducción interactiva de los sentimientos equilibrados, el tacto, el oído, la visión y otros sentidos múltiples de los niños, logrando el efecto de entrenamiento de la integración sensorial. Además, formar a los niños requiere de comunicación y cooperación mutua, lo que ayuda al desarrollo de sus habilidades sociales.
Plan de formación en rehabilitación de niños autistas 2 1. La formación en comunicación es la más crítica.
La comunicación es la habilidad más crítica entre todas las habilidades básicas, porque no solo determina el desarrollo normal de los niños autistas, sino que también afecta el desempeño de todas las demás habilidades básicas relacionadas, por lo que el entrenamiento de las habilidades comunicativas de los niños debe Cuanto antes mejor.
La habilidad comunicativa más importante para un niño es si puede expresar sus necesidades, sentimientos e ideas de forma adecuada, no solo si tiene capacidad para hablar. Esto es lo que se llama entrenamiento en comunicación funcional.
No todos los niños que saben hablar pueden comunicarse funcionalmente. Por el contrario, incluso los niños muy pequeños que no tienen la capacidad de hablar pueden comunicarse eficazmente haciendo que los demás conozcan sus necesidades, emociones y pensamientos a través de sus conductas de comunicación funcional.
Por lo tanto, el entrenamiento en comunicación debe ser el objetivo más importante en el plan de educación temprana de su hijo, independientemente de si actualmente tiene habilidades para hablar o expresarse oralmente.
2. Los desafíos sensoriales son normales
La mayoría de los niños con autismo experimentarán desafíos sensoriales. Los cinco sentidos, incluidos la visión, el oído, el olfato, el gusto, el tacto y otros dos sentidos (el sentido vestibular, la propiocepción de las articulaciones de retroalimentación y los movimientos musculares), pueden verse afectados en diversos grados.
Los sentidos de los niños pueden ser demasiado sensibles o demasiado aburridos, lo que afecta en gran medida la capacidad del niño para aprender y participar en las actividades diarias. Los padres deben comprender que estos desafíos sensoriales son neurológicos y, a menudo, involuntarios en los niños.
A menudo nos cuesta notar la gran ansiedad y estrés que provocan los desafíos sensoriales. Por ejemplo, algunos niños son intolerantes al sonido de las aspiradoras y al ruido del centro, e incluso pueden sentirse miserables.
3. El comportamiento suele ser el resultado de la interacción con el entorno.
La conducta suele ser el resultado de la interacción entre el niño y el entorno en otro lugar, y todas las conductas ocurren por una razón. Para comprender por qué un niño exhibe un comportamiento problemático, primero es necesario comprender qué causa el comportamiento y cómo funciona este comportamiento funcional para el niño.
Solo entendiendo las causas y efectos del comportamiento podemos diseñar estrategias efectivas de manejo del comportamiento y reemplazar este comportamiento problemático por un comportamiento apropiado que satisfaga las mismas necesidades. Por lo tanto, las estrategias de manejo para un comportamiento positivo y de apoyo deben ser una parte importante de cualquier programa de educación temprana.
4. Los juegos también son un desafío para los niños con autismo.
Jugar es la naturaleza de los niños, y los niños aprenden y comprenden el mundo a través de los juegos. A través de interacciones con otros niños, los niños comprenden y aprenden habilidades clave para la interacción social, como la imitación, turnarse, cooperar, negociar y seguir reglas.
Sin embargo, los niños con autismo enfrentan desafíos importantes cuando juegan. Sus patrones de pensamiento rígidos y sus formas únicas de expresar emociones a menudo los excluyen de los juegos de sus compañeros.
Si los niños autistas quieren integrarse verdaderamente y regresar a la sociedad, deben poner los juegos, especialmente los juegos con compañeros, en la cima de sus planes de educación temprana.
5. La imitación es una habilidad básica
La imitación es una habilidad básica. Impacto en el aprendizaje futuro de todos los niños. No imitar puede provocar dificultades en el aprendizaje de habilidades sociales y de comunicación. La imitación es la habilidad más básica que deben aprender los niños con autismo. Afortunadamente, la imitación también se puede aprender fácilmente mediante juegos.
Para entrenar la capacidad de imitación de los niños, normalmente se puede empezar imitando movimientos bruscos, como aplaudir, patear, levantar las manos, etc. , o agregando musicoterapia combinada con la enseñanza de habilidades de imitación de movimientos simples, como enseñar canciones infantiles. Cuando un niño se vuelve muy competente, puede extender gradualmente la habilidad a otras áreas y eventualmente desarrollar juegos imaginarios e imitar habilidades sociales.
6. Existen diferencias en las habilidades motoras.
La motricidad se divide en motricidad fina y motricidad gruesa. La motricidad gruesa se produce cuando utilizamos nuestros músculos grandes para movernos, como caminar, saltar, correr, empujar y tirar, sentarnos, etc. Las habilidades motoras finas se refieren a nuestra capacidad para utilizar músculos más pequeños, como nuestra capacidad para dibujar, escribir, ensartar cuentas, abotonar y cerrar cremalleras con las manos y los dedos.
Muchos niños con autismo tienen dificultades con la motricidad fina y gruesa, por lo que suelen evitar juegos y actividades que requieran estas habilidades motoras. Los terapeutas ocupacionales pueden mejorar las habilidades de su hijo incorporando ejercicios y actividades especiales en la vida diaria y el juego.
7. Los niños autistas necesitan fortalecimiento.
A diferencia de los niños normales, muchos niños autistas carecen de la motivación intrínseca para aprender y explorar en su entorno, incluso para los juegos. A algunos niños con autismo les gusta que los carguen y los toquen. El entorno que los rodea los atrae naturalmente y también tienen deseos de socializar.
También hay niños autistas que rechazan el contacto físico y evitan a los demás debido a sus propios problemas sensoriales. Todos parecen estar solos, siempre jugando consigo mismos, aislándose en su pequeño mundo y haciendo la vista gorda ante lo que sucede a su alrededor.
Un buen programa educativo identifica las motivaciones del niño y utiliza el refuerzo como medio para fomentar la participación y el aprendizaje. En pocas palabras, el refuerzo consiste en darle al niño algo que quiere para animarlo a hablar, actuar o comportarse.
En la educación se pueden utilizar varias formas de refuerzo, como el juguete o la actividad favorita del niño, el momento de la actividad, su película favorita, la comida y el elogio verbal.
8. Las habilidades sociales son muy importantes
Nuestro mundo es un mundo social, y las habilidades sociales son habilidades esenciales para que los niños autistas sobrevivan en este mundo. El estatus de las personas en la sociedad a menudo se define por la forma en que se comunican e interactúan dentro de la sociedad. Que una persona sea aceptada por la sociedad depende en gran medida de si su comportamiento en cooperación con otros se ajusta a reglas sociales aceptables.
Los niños con autismo tienen dificultades sociales debido a su forma especial de pensar. Tienen dificultades para establecer relaciones sociales con los demás porque carecen de una serie de capacidades conductuales, comunicativas y cognitivas. Los padres deben saber que no nacen con estas habilidades como los demás niños y que sólo enseñándolas podrán aprender a interactuar con los demás. Entrenar las habilidades sociales en los niños a una edad temprana requiere un enfoque muy específico.