El resultado de la inducción enzimática es promover el metabolismo, lo que suele reducir los efectos farmacológicos de la mayoría de los fármacos, incluido el propio inductor y algunos fármacos utilizados al mismo tiempo. Entre ellos, su efecto autoinductor hace que su dosis sea cada vez mayor, lo que se convierte en el motivo del desarrollo de tolerancia a estos fármacos.
Inductores enzimáticos: fenobarbital, fenitoína, rifampicina, griseofulvina, etc.