Las personas lidiamos con el estrés de diferentes maneras, pero debemos comprender la importancia del estrés para poder afrontarlo.
A menudo el estrés surge del miedo al fracaso. El miedo al fracaso proviene de la reacción que vemos en los demás o en nosotros mismos cuando no somos buenos en algo. Este miedo continúa acumulando estrés en nosotros mientras enfrentamos la misma situación una y otra vez. Estas reacciones crean una creencia en nosotros. No es que creamos que fracasaremos, pero sabemos que la reacción ante el fracaso es incómoda o desagradable.
Bajo presión, los que tienen buen desempeño se diferencian de los que tienen mal desempeño en dos aspectos principales:
1. Los que tienen buen desempeño se encuentran en un estado de estrés máximo bajo presión. Ven el estrés como un desafío y entran en un estado de estrés máximo. Este es el estado de energía e intensidad en el que se desempeñan mejor.
2. Un empleado de alto rendimiento ve la presión como algo positivo. Esta es su oportunidad de brillar. Los que tienen un desempeño deficiente ven el estrés como algo negativo y comienzan a preocuparse por las posibles reacciones negativas ante un resultado fallido. Esto hace que el éxito sea extremadamente improbable.