1. La risa más pequeña de un niño es una enorme fuerza espiritual que une a los padres.
2. Creemos que el propósito de la educación es preparar a cada joven moral, intelectual, práctica y psicológicamente para el trabajo y desarrollar sus cualidades, disposiciones y habilidades personales.
3. La educación no es el mando absoluto de los mayores y la obediencia absoluta de las generaciones más jóvenes, sino una actividad espiritual intensa y compleja en la que los mayores y las generaciones más jóvenes participan juntos.
4. En sentido figurado, no es sólo la vela del barco del pensamiento, sino también el viento que navega hacia adelante.
No importa lo irredimible o irredimible que sea, siempre hay algo bueno en su mente.
6. El sentido de la vida es servir al pueblo, a la patria y a los elevados ideales. La lealtad a la patria y el coraje inquebrantable para luchar por la fuerza de la patria son los espíritus más elevados de altruismo, gracias a los cuales una verdadera persona puede superar cualquier dificultad.
7. La tarea de nuestros educadores es hacer que cada niño vea la belleza del alma humana, aprecie y valore esta belleza, y utilice sus propias acciones para hacer que esta belleza alcance su altura debida.
8. Como profesor, debes tener especial cautela con los problemas amorosos que surgen en los alumnos. El hecho de que hombres y mujeres jóvenes desarrollen las emociones más nobles de este tipo demuestra que están llenos de vitalidad juvenil.
9. Los niños que son estimulados no perderán la confianza en la justicia y en los profesores. Espera que los profesores digan la verdad y que lo traten justamente.
10. Para mantener una relación armoniosa, cordial y bien intencionada entre maestros y estudiantes, los maestros deben valorar la confianza de los niños en sí mismos y convertirse en sus amados y sabios protectores.