Una mujer exitosa que se convirtió en gerente contó su historia así: Hace unos años, ella era solo una trabajadora temporal en una empresa con un salario bajo, pero su hijo le pidió una pelota de fútbol para jugar con sus amigos. . La madre se esforzó mucho en explicarle a su hijo sus dificultades por la falta de dinero. Pronto su jefe se enteró, le dio a su madre una pelota de fútbol nueva y le dijo: "Aunque no podemos darte un salario más alto, debes entender que tu estatus en nuestra mente es muy importante". Estas respetuosas palabras la conmovieron. A partir de entonces, dedicó todo su talento a esta empresa y finalmente se convirtió en gerente.
Sí, cualquier emprendedor exitoso, desde Konosuke Matsushita hasta Zhang Ruimin, siempre considera el respeto por los empleados y subordinados como la base de su carrera. Saben muy bien que el respeto que el jefe le dé a sus subordinados será el mismo respeto que los subordinados le darán al jefe. Los mismos principios se aplican no sólo a la gestión de un negocio, sino a todo aquello con lo que todos interactúan. Si muestras respeto por los demás, ellos sentirán que tienen un lugar en tu corazón y que son importantes para ti. En este caso, a excepción de unas pocas personas despreciables, ¿quién no lo agradecería y lo trataría como a un amigo digno de confianza? Los padres respetan las decisiones de sus hijos y los niños pueden comprender los arduos esfuerzos de sus padres; los estudiantes respetan el trabajo de los maestros y los maestros enseñarán sinceramente a los estudiantes todos los conocimientos; las empresas respetan la exigencia de los consumidores y los consumidores tienen una confianza real en las empresas. Respeta un poco a los demás y ganarás mucho.
Algunas personas no saben respetar a los demás y dan por sentado lo que otros hacen por ellos. Para estas personas, quizás sólo cuando pierdan el respeto de los demás puedan comprender el valor de respetar a los demás. El año pasado, un departamento gubernamental de una ciudad del sur decidió dar dos días libres a todos los trabajadores de saneamiento. Como resultado, la apariencia habitualmente limpia de la ciudad ha desaparecido y hay montones de basura por todas partes. Después de dos días, la cantidad de basura tirada por los ciudadanos disminuyó significativamente. Todos dijeron: Normalmente no respetaban el arduo trabajo de los trabajadores sanitarios, pero ahora finalmente conocen el valor del respeto. Sí, si no sabes respetar a los demás, no podrás ganarte el respeto de los demás y al final no podrás avanzar.
Cuando paguemos el taxi, di más gracias; cuando terminemos de escuchar la actuación, danos más aplausos; cuando el portero del hotel nos abra la puerta, sonríe más... aprende a respetar. ! Cuando cada uno de nosotros sepa respetar a los demás, nuestra vida será más armoniosa.