Las hojas caídas no son melancólicas por tu huida, sino porque tu partida te quita el frescor del otoño.
Si pudiera, me gustaría convertirme en una mariposa voladora, encontrar el recuerdo claro del agua que fluye y luego dividir un período de tiempo en gotas de agua tibia y exiliarlas al sueño que estás persiguiendo.
¿Escribiré tu nombre en cada hoja voladora y las dejaré llevar por el viento? No importa cuán lejos estén, los recuerdos echarán raíces y se extenderán en todas direcciones. Sé que el año que viene crecerá una hoja nueva, tal vez tu nombre o el mío, el mensaje que me escribiste, quedará grabado en ella.
Nunca me he sentido solo, porque la soledad ya me ha abandonado. Escucho los latidos de mi corazón y mis pies gritando para correr por la superficie más cercana, fuera de mi camino como Forrest Gump. ¿Me gritarás desde el otro lado, corre, corre?
Me conmueve cada gota de rocío de la mañana, porque hace la vida refrescante y hermosa. Agradezco cada hoja verde, porque hace la vida llena de esperanza y milagros. por permitirnos vivir en cada encuentro joven y hermoso.
Lamento que los años pasan silenciosamente como un reloj de arena, y lamento que voy envejeciendo lentamente sin nada que hacer, pero al mismo tiempo despierto mi alma errante y me digo que así es. Es hora de que me enamore de mí mismo y que es hora de que mi alma regrese a su lugar.
La vida es como un juego sin fin. Ayer fue el ensayo, hoy es el guión, mañana es el guión y pasado mañana es la redacción. Nunca sabes qué papel desempeñarás en el siguiente segundo, del mismo modo que no sabes qué tipo de chocolate habrá en una caja, de qué sabor será el siguiente.
Si no envejecemos, ¿seguirás siendo hermosa?
Si no envejeciéramos, ¿te quedarías en el sueño de la juventud?
Si no envejeciéramos, ¿seguirías siguiendo las marcas imborrables en la playa?
Si no envejeciéramos, ¿te imaginarías cómo seríamos? cuando envejecemos?
Y todos envejeceremos, y nos confiaremos a un sueño en un determinado año y mes, permitiéndonos volver a recordarlo. Afortunadamente, nuestra juventud es tan hermosa y sin remordimientos, tan brillante como los fuegos artificiales en el cielo nocturno.