La contradicción entre Hooke y Newton existe desde hace mucho tiempo. En aquella época, la ciencia recién estaba emergiendo y las disputas académicas eran algo común. Pero estos dos no terminaron discutiendo como los demás. Ambos son pequeños amos que guardan mucho rencor. Así, dos personas llevan más de 30 años discutiendo en un bar. Aunque terminó con la victoria general de Newton, también trajo una mancha a la vida de Newton.
A principios del siglo XVII, Hooke, que era ciego, enfermó y murió. Tras la muerte de Hooke, Newton inició su labor de venganza sin parar. Newton, que era presidente de la Royal Society en ese momento, usó su poder para disolver el laboratorio y la biblioteca de Hooke. Esto no fue suficiente. Para tomar represalias más completas contra Hooke, Newton destruyó todos los resultados de la investigación y el equipo experimental de Hooke antes de su muerte. Al final, Newton, todavía no convencido, destruyó el único retrato de Hooke y nadie supo cómo era Hooke.
En los días siguientes, Hooker siempre fue descrito como un hombre sospechoso, enfermizo y ambicioso. No fue hasta los tiempos modernos que, con la ayuda de algunas figuras científicas, fue rehabilitado y restaurado a su condición de gran científico. Después de todo, la historia es justa. Ahora Hooker ha recuperado su debida valoración y honor, mientras que Newton ha ganado la mancha de su vida.