Unir a la Unión Soviética contra Alemania fue el último recurso. La Unión Soviética sufrió grandes pérdidas en el frente oriental y sólo Gran Bretaña permaneció en Europa. El Tercer Reich tenía la ventaja y Gran Bretaña era incapaz de defenderse.
Churchill tuvo que tomar una decisión. ¿Deberíamos unirnos a la Unión Soviética o rendirnos ante Alemania?
La respuesta es obvia. Después de todo, para un político maduro, la llamada política consiste en luchar por mayores intereses a través de la confrontación y el compromiso, y tomó la decisión correcta.