Las pendientes naturales normalmente se pueden dividir en dos tipos: pendientes pronunciadas y pendientes suaves. Pendiente pronunciada se refiere a terreno con una pendiente relativamente grande, que a menudo se forma debido a la influencia de estructuras geológicas en la topografía. Una pendiente suave se refiere a un terreno con una pendiente suave, que gradualmente se vuelve más suave. Generalmente se forma por procesos naturales como el flujo de agua, la erosión, la sedimentación.
La pendiente natural tiene un impacto importante en el uso y desarrollo del suelo. Para la agricultura, una pendiente natural adecuada puede promover la penetración y el drenaje del agua, lo que resulta beneficioso para el crecimiento de las plantas. Para la construcción de ingeniería, el uso racional de las pendientes naturales puede reducir el costo de la reconstrucción del terreno y su impacto en el medio ambiente, y también puede mejorar la estabilidad y seguridad de los edificios.
Por lo tanto, en el proceso de uso del suelo y diseño de ingeniería, es necesario evaluar y analizar científicamente los taludes naturales para asegurar su utilización racional y su desarrollo sostenible.