La explotación británica de las colonias, el desarrollo económico de las colonias norteamericanas y la resistencia a las políticas económicas británicas llevaron a la resistencia del pueblo norteamericano. Comenzando en Lexington en abril de 1775, el Congreso Continental adoptó la Declaración de Independencia redactada por Thomas Jefferson el 4 de julio de 1776, declarando el nacimiento de los Estados Unidos.
Durante la guerra, los británicos pudieron utilizar su superioridad naval para capturar ciudades costeras coloniales, pero les preocupaba cómo controlar el campo. Después de la dura lucha del pueblo norteamericano, Gran Bretaña y Estados Unidos finalmente firmaron el Tratado de París el 3 de septiembre de 1783 y Gran Bretaña reconoció la independencia de Estados Unidos. La Guerra de Independencia estadounidense puso fin al dominio colonial británico, logró la independencia nacional y estableció un sistema político burgués relativamente democrático, que condujo al desarrollo del capitalismo estadounidense y promovió revoluciones posteriores en Europa y América Latina. Esta guerra también preparó el camino para el establecimiento de Canadá en el futuro.