La implementación de la política 311 del examen de ingreso a posgrado puede, hasta cierto punto, frenar las irregularidades de los candidatos y mantener la imparcialidad del examen. Al mismo tiempo, también promueve el cambio de actitud de aprendizaje de los candidatos y mejora su conciencia sobre el cumplimiento de las reglas del examen. Esto también es algo bueno para las universidades y los círculos educativos de nuestro país. Ayudará a mejorar la eficiencia de la inscripción, la selección y la evaluación, y creará un entorno de exámenes más justo, equitativo y transparente.
Sin embargo, la implementación de la política 311 del examen de ingreso a posgrado aún requiere coordinación entre los candidatos y las unidades de admisión. Actualmente, algunos candidatos están descontentos con la confiscación de sus depósitos de examen y creen que la política carece de cientificidad y racionalidad. Además, reglas como la confiscación de depósitos y el manejo de violaciones requieren detalles de implementación y especificaciones operativas específicas. Sólo estableciendo un puente de confianza mutua, interacción y comunicación entre candidatos y universidades podremos promover mejor el desarrollo del sistema de exámenes de ingreso de posgrado y mejorar la calidad del examen.