Los budines originales se elaboraban mezclando un producto u otro aglutinante con diversos ingredientes, como mantequilla, harina, cereales, huevos y sebo, lo que daba como resultado una masa sólida. Este pudín se hornea, se cuece al vapor o se hierve. Dependiendo de sus ingredientes se puede servir como parte de un plato principal o como postre. En los siglos XVIII y XIX, el pudín hervido era un plato principal común a bordo de la Royal Navy. Se sirvió pudín como primer plato y se prepararon raciones diarias de harina y sebo.
En segundo lugar, los pudines más nuevos se elaboran con azúcar, leche y espesantes como maicena, gelatina, huevos, arroz o tapioca para crear un postre cálido y cremoso. La panna cotta generalmente se sirve fría, pero algunas, como el zabaglione y el arroz con leche, se pueden servir calientes.