La inflación es un fenómeno común en la economía, pero las altas tasas de inflación a largo plazo tienen un impacto negativo en la estabilidad económica y las opciones de los consumidores. En Estados Unidos, la Reserva Federal, un poderoso banco central, monitorea la oferta monetaria para controlar las tasas de inflación. La Reserva Federal afecta la oferta monetaria mediante ajustes de las tasas de interés y otras herramientas de política monetaria.
El impacto de las altas tasas de inflación en la sociedad es multifacético. La imprevisibilidad de los precios puede conducir a una disminución en la disposición a invertir y consumir de empresas e individuos. Los cambios de precios se vuelven menos predecibles y la gente puede sentirse incómoda, lo que lleva a una reducción de la inversión y el consumo. Además, las personas con ingresos fijos se ven afectadas por la inflación porque sus ingresos siguen siendo los mismos pero su poder adquisitivo real disminuye debido al aumento de los precios.