Subtítulo: Fotos de fotogramas de "Eugene Onegin" proporcionadas por el organizador
Tuminas fundó el Teatro Vilnius en Lituania hace 29 años. Fue contratado como director artístico del Teatro Vakhtangov en. Rusia. Sus interpretaciones precisas y creativas de Chéjov, Shakespeare e incluso de escritores más modernos y contemporáneos han llevado a Tuminas y a este teatro de 97 años de antigüedad a la cima del drama ruso. La exploración de Tuminas de las motivaciones psicológicas de los personajes y la profunda revelación de los diferentes significados contenidos en el texto siguen los pasos de Eugene Vakhtangov, un alumno de Stanislavsky, el fundador del Teatro Vakhtangov.
Lo inesperado es que Tuminas ha logrado logros sobresalientes en el teatro, pero es extremadamente gentil y discreto. Incluso el personal del Teatro de Shanghai lo llama cariñosamente "Director Tutu". Hace que la gente sienta mucha curiosidad: ¿el maestro se ha enojado alguna vez? ¿Cómo lo dispersó? De hecho, la literatura clásica y la creación dramática son sus herramientas y armas contra el mundo. Cuando era niña, Tuminas comenzó a escribir poesía, pintar y hacer esculturas. Una vez hizo un busto de Lenin, que consideraba una obra de arte. Tuminas resultó gravemente herido cuando el busto se rompió. Empezó a pensar en palabras de las obras de Chéjov. El agua de este río es muy profunda. Parece que existe la felicidad, pero en realidad no existe en absoluto. Siempre que encuentra problemas en la vida, Tuminas tiene una mentalidad de venganza justa y quiere decirles a todos qué es la justicia. Ante tal conflicto, buscó el antídoto en los clásicos y luego la curación en el drama.
Subtítulo: Imágenes fijas de "El enviado imperial" proporcionadas por el organizador
Tuminas dijo que leer clásicos lo calmó y le hizo sentir que la vida es un regalo. Obras clásicas como Chéjov o Tolstoi, ya sea en prosa o poesía, tienen una presencia poética. Yevgeny Onegin se sorprendió al descubrir que Tuminas reproducía el texto poético de Pushkin casi intacto. La trama de "El enviado imperial" se ha mantenido casi sin cambios, excepto el final. Originalmente había una línea en el guión "El enviado imperial realmente ha llegado", pero Tuminas la eliminó y la reemplazó con la impotencia de Anna trepando al poste telefónico. Tuminas cree que el enviado imperial en sí no es importante, pero sí la experiencia y los cambios de las personas. "Al igual que Khlestakov que finge ser un enviado imperial, ha sufrido dificultades como un joven en el pasado, presente y futuro. Ante oportunidades repentinas, cambiará. Lo mismo ocurre con otros personajes. Lo importante no son ellos. Siendo engañados, porque en realidad nadie los engañó, sino que ellos tejieron un sueño según sus propios deseos."