Porque los ordenadores se desarrollan muy rápidamente y se actualizan de generación en generación a un ritmo muy rápido. Las computadoras viejas quedan rápidamente obsoletas y las nuevas funcionan mejor. Por tanto, las colecciones de ordenadores clásicos no tienen ningún valor.
¿Vale la pena coleccionar portátiles clásicos?
No vale la pena.