La fragancia de las flores llega con el viento. No quiero dejar todas mis tareas, abrir los brazos y abrazar el aliento de la primavera. ¡Sí, la primavera ya está aquí!
Sal de la deprimente habitación, deambula bajo el cielo azul y las nubes blancas, sé un hijo de la tierra, recuéstate perezosamente sobre la alfombra de hierba verde, sosteniendo una cola de perro en tu mano, entrecerrando los ojos. Escucha en silencio los susurros; el canto de los pájaros; las historias de las flores...
Deja de mentir. Dar la vuelta y continuar. Aquí nadie dirá, ay, la ropa está sucia; nadie dirá que el jefe todavía es como un niño, nadie dirá, tu trabajo no está terminado, cómo puedes ser holgazán...
Como una madre, abraza incondicionalmente todo lo que tenemos, dejándonos rodar en sus brazos, dejándonos llorar, dejándonos reír...
Abre sus brazos para abrazar el viento que pasa, déjala estar en nuestros brazos Maldiciendo con una sonrisa corriendo al viento con los brazos abiertos, feliz y sudoroso. Abrir los brazos para abrazar estas flores y plantas es en realidad abrazar al mundo...