Prosa lírica sobre la tierra verde

Bajo el cálido sol, los pájaros cantaban y volaban felices en el cielo. La tierra está llena de océanos vibrantes, pero son la parte más fascinante de ese lugar.

Cuando entres por la puerta, verás una escuela centenaria que parece llena de libros y da a la gente una sensación de frescura. Aceleré el paso y caminé hacia el lugar donde quería aparecer en mi sueño, ese lugar sombreado: el patio de recreo.

La valla de acero inoxidable, la pista roja, la amplia cancha de baloncesto, la dinámica cancha de voleibol y el mundo alegre capturaron mi corazón. Me encanta el deporte desde pequeña y considero este espacio verde como mi hogar. Cada vez que camino por esta calle me acuerdo de muchas cosas.

Cada vez que corro por la pista roja, siempre hay un placer indescriptible. Es como un mar de flores donde puedo admirar su belleza. Soy como una abejita, felizmente trabajando sola.

Hay innumerables sudor y amarguras sobre la pizarra gris. Cada vez que camino solo, pienso en los esfuerzos de mis compañeros para honrar a nuestra clase. Todos jugaron duro y liberaron sus propias fuerzas, pero al mismo tiempo me hizo sentir muy arrepentido porque no teníamos la alegría de la victoria, solo sudor. Todos seguimos trabajando duro y seguimos perseverando, porque creemos firmemente que "¡nunca te rindas, la victoria está a la vista!". ¡Me hace bailar de alegría, con el corazón roto e inolvidable por el resto de mi vida!

Al lado hay un pequeño parque infantil, con barras simples y paralelas. Me gusta mucho esta zona. ¡Quizás sea mi fantasía de infancia! Cuando era niño, siempre quise bailar en la barra de equilibrio y tenía muchas ganas de hacer los movimientos de mi hermana Liu Xuan. Fue elegante y hermoso y nunca lo olvidaré. También fantaseaba con cosas que me harían feliz aquí. Me hace fantasear, me hace bailar y me hace más activo en este sombrío underground.

La cancha de voleibol disolvió los conflictos entre compañeros, me dio un puente de amistad y me hizo reír felizmente entre la multitud.

Al caminar aquí, siento no sólo la felicidad de la infancia, sino también la felicidad del presente. Bajo este cielo azul parece muy pequeño, pero en mi corazón es lo más importante, la memoria. Es un lugar vibrante.

Un lugar con encanto no sólo está en los ojos, sino también en el corazón. Su belleza es simple y sencilla, pero encantadora y llena de recuerdos.

La tierra verde, mi hogar, mi sueño, mi felicidad.