La historia del primer episodio de la temporada 1 de The Final Trial

El submarino de misiles balísticos USS Colorado tiene un rendimiento excelente y una potente potencia de fuego, lo que lo convierte en una máquina de guerra perfecta. Lleva 18 misiles nucleares con ojivas múltiples, suficientes para disuadir a cualquier oponente poderoso. El Colorado está al mando del capitán de la Armada Marcus Chaplin, que tiene experiencia en combate. Es recto y de buen corazón, tiene sentido de la justicia y nunca sucumbe a ninguna presión. Por el contrario, los generales de alto rango del ejército estadounidense sólo adularán al presidente todo el día y tratarán de halagarlo. El presidente se enfrenta a una crisis de juicio político y el destino de los generales también ha cambiado drásticamente: algunos dimitieron, otros esperaron y observaron y algunos se opusieron al presidente. La lucha política interna inicialmente tuvo poco que ver con los oficiales y soldados del Colorado, pero una instrucción sospechosa lo cambió todo: esta instrucción del canal de comunicación encriptado ordenó al Colorado lanzar misiles nucleares desde su estación de atraque en la Antártida hacia Pakistán. La primera reacción de Chaplin fue pedirle al viceministro del gobierno que confirmara la orden, pero el viceministro inesperadamente destituyó a Chaplin de su cargo y pidió al subcomandante Sam Kendal que se hiciera cargo del Colorado. Aunque Kendal es un soldado leal y tiene una hermosa esposa en su ciudad natal, no está tan dispuesto a matar gente inocente como Chaplin. La Flota de élite del Pacífico del ejército estadounidense abrió inmediatamente fuego contra el Colorado y casi todos los oficiales y soldados a bordo murieron. Estados Unidos informó internamente que el Colorado se había amotinado y solicitó a la flota que no escatimara esfuerzos para seguir persiguiéndolos. Desesperado, el Colorado tuvo que dirigirse a la isla de Santa Marina, en el interior del Pacífico, en busca de refugio: en los primeros años la OTAN había instalado aquí una estación de alerta temprana y escucha. Pero los problemas para estos soldados están lejos de terminar: Julian Serrat, el "alcalde" de los indígenas de la isla de Santa Marina, está muy disgustado por los repentinos intrusos, y James King, un oficial SEAL en el barco, parece llevar llevar a cabo una misión de Chaplin. Una misión ultrasecreta que ni él ni Kendal conocían.

Por otro lado, el gobierno de Estados Unidos afirmó ante el mundo que el gobierno paquistaní atacó al USS Colorado. Sólo la contratista de armas Kylie Sinclair no creyó las mentiras del gobierno: su "fuente" le confirmó la declaración oficial. No la verdad. Acudió al general Arthur Shepard con preguntas y el general Shepard estuvo de acuerdo con su opinión, porque su hija Grace sirvió en el Colorado. A partir de este momento, esta desconcertante conspiración promoverá grandes cambios en la estructura mundial.