Mi esposa está embarazada y en secreto deja su trabajo para estudiar en el extranjero.

Una empresa exige que las empleadas abandonen automáticamente sus trabajos una vez que quedan embarazadas, lo que perjudica los derechos de las mujeres, por lo que creo que el Estado debería imponer restricciones a estas empresas. Las mujeres chinas tienen derecho a tener hijos y también tienen una cierta licencia durante el proceso del parto. Este es su feriado legal. Si tiene que dejar su trabajo voluntariamente debido al embarazo, más mujeres tendrán miedo de quedar embarazadas, lo que también reducirá en cierta medida la tasa de fertilidad de China, porque dejarán su trabajo debido al embarazo. Esto sin duda permitirá a las mujeres ganar dinero. una elección.

Si hay discriminación por maternidad en una empresa, creo que las mujeres victimizadas pueden tomar armas legales para proteger sus derechos e intereses legítimos. Pueden formular un tratado de este tipo específicamente para que la empresa elimine la existencia de la maternidad. discriminación en la empresa desde la raíz Capacitar a los líderes de todos los niveles de la empresa para que comprendan la importancia del parto, para que las mujeres en licencia de maternidad puedan disfrutar legalmente de sus derechos.

Exigir que las empleadas embarazadas renuncien voluntariamente sin duda herirá el corazón de los empleados. Una vez que quedes embarazada, perderás tu trabajo, lo que sólo aumentará las diversas cargas que soportan las mujeres. Las mujeres siempre han sido discriminadas en el lugar de trabajo. Si continúan siendo discriminados, menos personas estarán dispuestas a tener hijos, lo que será perjudicial para la tasa de natalidad de China. Entonces, en este momento, creo que, por un lado, el país puede formular políticas correspondientes para proteger los derechos reproductivos de las mujeres y, por otro lado, también puede limitar la discriminación contra los derechos reproductivos de las mujeres por parte de dichas empresas. El estado y el gobierno deberían incluir este asunto en la agenda porque afectará gravemente la tasa de fertilidad de nuestro país.

No hay duda de que una empresa exige a sus empleadas que dejen sus puestos de trabajo si quedan embarazadas. Esta práctica es discriminatoria contra las niñas que tienen hijos. Frente a este tipo de empresas, creo que el Estado y el gobierno deberían introducir políticas pertinentes para restringir dichas prácticas y, en ese momento, también deberían protegerse los derechos reproductivos de las mujeres.